"Los empresarios no quieren despedir a nadie, quieren contratar"
Más de 3.500 empresarios se reúnen en la convención CEA para ofrecerse como solución a la crisis y criticar el "galimatías" normativo, la inseguridad jurídica de las inversiones y reclamar reformas "reales".
EFE / EUROPA PRESS, SEVILLA | ACTUALIZADO 30.06.2011 - 18:25
La convención celebrada con más de 3.500 empresarios andaluces ha marcado "un antes y un después" y "hará historia", según el presidente de la patronal andaluza, Santiago Herrero, mientras que otros intervinientes han asegurado que ellos "no quieren despedir a nadie, quieren contratar". Esta última afirmación, pronunciada por el profesor de la Escuela Andaluza de Economía José María O'Kean, levantó numerosos aplausos de los asistentes al Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla y también recibió apoyo en los sms y los mensajes en Twitter que se reflejaban en las pantallas instaladas. Además, la intervención de O'Kean tuvo el respaldo de los asistentes cuando dijo que se debe "simplificar" la normativa legal de España porque "todo cuesta un montón" y apuntó la necesidad de cambiar el mercado laboraly de crear más empresas que sean más competitivas.
Con sólo la presencia de empresarios y sin invitados institucionales, los catorce intervinientes, entre ellos Herrero y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, insistieron en la necesidad de que se creen más empresas y que cunda en España el espíritu emprendedor, como ocurre en Estados Unidos, como mejor forma para salir de la crisis. "La empresa como solución" ha sido el lema de la convención, en la que Herrero ha lamentado que la actividad empresarial se"criminaliza", que "a veces no tenemos ni el derecho a la presunción de inocencia" y que le resulta "incomprensible" que los políticos y la sociedad no reconozcan a los empresarios. Herrero, antes de mostrar su agradecimiento a los asistentes por una convención que "marca un antes y un después" en la comunidad, ha mostrado su certeza en que "otra Andalucía es posible" con una actividad empresarial competitiva y con valoración social, lo que, a su juicio, requiere una "regeneración social y económica".
Mientras se sucedían las intervenciones de dirigentes sectoriales e intersectoriales en la convención, varias pantallas mostraban algunos de los más de 400 sms o de los mil mensajes enTwitter que, según la organización, habían recibido. Algunos de los mensajes expresaban su felicitación a la CEA por organizar la convención y otros la calificaban como "magnífica, balsámica y emocionante" o planteaban el objetivo de que los empresarios dejaran de "ser los malos de la película". "Estamos de enhorabuena" por la posibilidad de que los empresarios pudieran unirse, indicaba otro mensaje, mientras que uno más decía: "Algo falla, 30 hombres en la tribuna, dos mujeres y una chica que pone el agua", en referencia a la azafata que ponía vasos a los intervinientes. Ya casi al final de la intervención de Rosell, un mensaje pedía a los empresarios "tomar la calle" y que dejaran de estar "demonizados".
Tras la convención, el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, ha dicho en un comunicado que le parece "muy bien" que los empresarios escenifiquen su unidad, aunque les indica que "no vamos a permitir que los empresarios saquen provecho racaneando derechos, incumpliendo los convenios y utilizando como coartada la crisis".
Reclaman reformas "sin claves electoralistas ni política"
Los empresarios han criticado el "galimatías" normativo, la inseguridad jurídica de las inversiones y han reclamado reformas "reales" para salir de la crisis "sin claves electoralistas ni políticas", como dijo el presidente de la CEOE, Juan Rosell, quien considera necesario "separar la economía de la política". Los participantes han coincidido en criticar la excesiva burocracia y han pedido mayor agilidad a la hora de aprobar proyectos empresariales, han reclamado mayor seguridad jurídica para las inversiones, han lamentado los "incumplimientos" de la Ley de Morosidad, advirtiendo de la "asfixia" financiera de los empresarios y autónomos derivada de los "impagos" por parte de las diversas administraciones y han reclamado mayor flexibilidad en las relaciones laborales.
En esta convención han intervenido el presidente de la Federación Andaluza de Autónomos (CEAT-Andalucía), Luis Miguel Escolar, quien ha lamentado la "asfixia financiera" de los autónomos; el vicepresidente de CEA y presidente de la Federación Andaluza de Hostelería (FAH), José Manuel Ledesma, quien junto al presidente de la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga, José Prado, han reivindicado el papel del turismo y la construcción como "motores económicos" de Andalucía y han criticado la excesiva carga normativa y burocrática. Prado en ese sentido se ha mostrado "orgulloso de ser empresario del ladrillo, ahora tan denostado y culpable de todo y antes tan ensalzado".
El presidente de la Comisión de Nuevas Tecnologías de CEA y de la Asociación de Empresarios de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Andalucía (Eticom), Adolfo Borrero, ha destacado el carácter "transversal" de las nuevas tecnologías y la pujanza del sector; mientras que el miembro del Comité Ejecutivo de Fedeme Julián Gómez se mostró especialmente duro y crítico, pidió políticas públicas "similares a las planteadas en aeronáutica para otras áreas como astilleros, renovables o medio ambiente" y ha criticado la "rigidez del mercado laboral, defendiendo el despido "a corte cero o bajo coste" en el caso de absentismo reiterado. También ha criticado la "compra del silencio empresarial" en casos comoDelphi.
También intervinieron representantes de organizaciones de carácter nacional, como el presidente de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje), David Alva, quien lamentó el "poco espíritu emprendedor"; o el presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC) y de la Confederación Empresarial del Comercio de Andalucía (CECA), Manuel García-Izquierdo, quien advirtió de que los comercios "están al límite".
Por último, el presidente de Asaja, Pedro Barato, levantó aplausos con la crítica a la Junta por su gestión en la crisis del pepino pues, según asegura, el Gobierno andaluz "tardó cuatro días en mostrar la trazabilidad del producto, cuando nosotros la sabíamos en horas". Barato reiteró la apuesta de los agricultores por las nuevas tecnologías y lamentó la crisis de precios que vive el sector.
